¿Jugamos a las chapas?
Cada vez que en una tutoría se me
plantea la cuestión de cómo ayudar a nuestros pequeños a sujetar correctamente
el lápiz, siempre aconsejo distintas formas y pequeñas actividades que, por lo
general, están muy alejadas del concepto tradicional con la manida fórmula
“lápiz más papel”. Es decir, no es necesario recurrir a la actividad de mesa y
silla, de lápiz y papel, como única solución al problema de la correcta
prensión del útil de escritura, o el de la mala “caligrafía” (aunque, en
realidad, a estas edades aún no podemos ni catalogarla con este término, sino
más bien con el de “trazo”, pues aún juegan a dibujar letras, más que a
esmerarse en el trazo caligráfico en sí mismo).